CRÓNICAS
DE ASIA. Caminata intensa, líquenes por todas partes, rastros de
animales silvestres, aves aquí y allá. Todos bajo la prueba del calor.
Encontrarse con 50 mil de litros de agua en el desierto era impensable.
Sed aplacada con agua de neblina. ¿Quién dijo que no se puede visitar
las lomas de Asia en verano? Luego un mirador natural con sus épicas
historias. El agua, más que una leyenda una gran verdad. Agricultura
viva, sana, regada con sudor humano y ríos secos. Tejidos de otros
tiempos entre los nuestros. Huaca Malena siempre admirable. Nudos incas,
contabilidad, ciencia. La dulce tentación de los camotes huatiados, un
celestial combinado de carapulcra con sopa bruta, luego una sorprendente
sandía amarilla y muchas flores. Una familia generosa. Así es Asia. En
este mismo momento hay quince cronistas escribiendo sus mejores
historias…
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