El Valle de Cañete es un lugar bendecido por Dios y es algo para agradecer. Muchas familias de Cañete y Yauyos viven gracias al rio que irriga los campos y es el sustento para sacar adelante sus familias. Hablar del agricultor es hablar del sacrificio, muchos han dejado sus pueblos y han emigrado a las ciudades como Lima o las Provincias a buscar mejores destinos trabajando en cualquier cosa para sacar adelante sus familias. La vida del campo es una vida sacrificada:
PACIENCIA: Cada sembrío lleva cultivar la paciencia y no desesperarse, son varios meses que lleva esperar para después lograr los resultados, la cosecha. En todo ese tiempo toda la familia tiene que sacrificarse muchísimo, ahorrar el poco dinero que tienen o con los préstamos en el banco utilizarlo bien para que en todo el tiempo de espera poder utilizarlo bien para pagar los insecticidas, pagar los peones y sobre todo comer y vivir.
FE: La mala organización en la política agrícola hace que muchos no tengan asesoramiento sobre ¿qué sería lo más conveniente para sembrar?, no tienen mucha información sobre el producto si es rentable o el precio en el mercado actual. Por ello muchos siembran "a la buena de Dios" confiando que al cosechar puedan tener un buen precio y poder tener alguna ganancia y no trabajar para pagar o estar esclavizado a las deudas y préstamos de las entidades bancarias.
ESFUERZO: Estar horas y horas labrando la tierra, quemándose con la interperie del sol, con la cintura adolorida por estar agachado todo el día es algo heroico y ejemplar. El agricultor no puede quejarse, el agricultor tiene que mirar adelante y culminar con la tarea. Los golpes, cortes, incones, manos adoloridas son las credenciales del agricultor. Y como no destacar a las mujeres, muchas salen temprano a trabajar al mismo nivel que el varón sin tenerle miedo a las dificultades y al llegar a la casa continua el trabajo porque tienen que cocinar y ayudar a los hijos en las tareas.
UNIDAD: El trabajo en el campo es destacable por la unidad que existe entre todos. Nadie sobresale, nadie se cree mejor que otro, todos se alientan para seguir adelante y culminar la tarea. Cuando hay siembra se pasan la voz para ayudarse y cuando hay cosecha también comparten la alegría del resultado después de muchos meses.
SENCILLEZ: Al culminar el día todos terminan igual, con llagas, cortes, dolor, tierra en la ropa y el cuerpo, cansancio. Nadie sobresale o se siente mejor que otro. Todos se sienten felices de poder haber avanzado ayudando a las plantas a desarrollarse y poder lograr buenos productos al final. Es la tarea de todos.
FAMILIA: Es algo que hoy se está perdiendo en nuestra sociedad, "la vida de familia", en las familias de los agricultores se vive el amor y valoran a todos en la familia. Los niños crecen de pequeños en un ambiente donde todos hay que ayudar y todos son importantes. Cuando no hay dinero todos los sufren y cuando hay cosechas todos también lo comparten.
Feliz día a todos los agricultores cañetanos, están en una tierra bendita donde tenemos un río Cañete que es una bendición para todos los que vivimos en estas tierras. Feliz día del Campesino
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