UN BRINDIS POR ESTA GENTE


Escribe Jaime Bedoya
Así como el balneario de Asia debería permanecer operativo todo el año a manera de reserva natural sociológica, conteniendo a sus habitantes juntos y felices pero lejos de quienes nos quedamos en Lima asombrados ante la inusual y significativa visión de un árbol en una calle desierta, sin ruido y sin ellos; igual debería existir una piscina olímpica permanentemente disponible para remojar en ella hasta la hipotermia a los elencos de aquellos programas concursos que son el éxito del momento a la vez que simultáneo homenaje a la estupidez telegénica.
Combate, Esto es Guerra, sucedáneos, imitadores todos, os convoco.
COMERÍAN, DORMIRÍAN Y ORINARÍAN AHÍ, a riesgo de recibir un escobazo en la cabeza si salen del agua. O lo que sería peor para ellos, a riesgo de dejar de existir para la televisión autorreferencial, para la masa hormonal escolar que los tiene por paradigmas, para la fantasía húmeda del gremio taxista, y para la ciencia que los estudiaría con iguales dosis de morbo y alerta sanitaria.
AL CABO DE UN AÑO el agua encurtida de esa alberca podría ser donada en conjunto a la NASA, al MIT, y a los fabricantes de Limonada Markos para que la investiguen y expliquen por qué esa gente hace lo que hace. Deslindando las responsabilidades, por cierto, que alcancen a quienes los emplean para esta campaña de embrutecimiento masivo para toda la familia.
ESE ESTUDIO EN PROFUNDIDAD permitiría descifrar qué quieren decir realmente los susodichos cuando proclaman en televisión a nivel nacional lo siguiente:
–Un archipiélago es un animal.
–Hugo Chávez es el presidente de Colombia.
–Un bimestre tiene seis meses.
–El papa argentino se llama Antonio.
–La fobia a las arañas es la arañofobia.
–La esposa del Inca es la cocha.
–El oxágono es una figura geométrica.
–Paulo Coelho escribió Yawar Fiesta.
–Simón Bolívar peleó en el Combate de Angamos.(1)
O SE TRATA DE UN PLAN MAESTRO para conquistar el mundo o estamos siendo testigos del no menos deslumbrante espectáculo de la estupidez en estado puro(2). Que esta sea rentable no hay duda. El misterio es por qué no prefieren ser discretos respecto al usufructo de la misma.
PONGAMOS EL HOMBRO y construyamos esa piscina. Podría propiciar el descubrimiento de la bacteria de la imbecilidad y por ende de su antídoto, seguramente agazapado en esas mismas aguas. Sería cuestión de aplicar el sabio principio hipocrático de los pares opuestos, graficados con cristalina sabiduría en el enunciado lávate el poto y tómate el agua.
Seco y volteado, combatientes.(3)         

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